Las palabras se traban entre mis dedos, en mis uñas como mugre,no quieren ser escritas.
No quieren compartir espacio con el ruido de los autos, de la calle y los perros.
El silencio y el olvido parecen lejanos
en una cama blanda, en el calor de las ventanas cerradas, pastilla para dormir ya ingerida.
Un motor se enciende
Mis dedos deciden moverse, bailan sobre el plástico
Lo cómodo nunca ha sido inspirador, y aunque la miseria este colgada de mi hombro no quiere ser musa hoy.
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